miércoles, 4 de enero de 2012

Los anillos



Estábamos en la boda un poco distraídos y llegó el momento de entregar los anillos. En vez de niños albinos, apareció en escena una histriónica pareja de enanos muy felices que marcaban paquete con mucha alegría.

Fue como una pequeña broma, un desafío de hipocresía. La gente esperaba niños, lo parecían de lejos, pero al acercarse descubrieron el engaño, pillaron el chiste y reprimían la risa porque era un chiste muy incorrecto. "No, no te rías" exigían a su cerebro, pero el cortocircuito estaba provocado, "no es gracioso" se flagelaban, pero era muy gracioso, lo habían pillado y no había marcha atrás y aunque, gesticulaban hipócritamente sobreactuando para desmostrar su gran altura, negaban al aire con mucha teatralidad, se mordían el labio inferior con desaprobación, era una batalla perdida porque interiormente reían muy fuerte, lloraban, iban a explotar, se cagaban de risa.

Yo conseguí un par de fotos que subí al facebook y nadie dijo me gusta.


No hay comentarios:

Publicar un comentario