lunes, 26 de diciembre de 2011

NeoVentrílocuo



Alcanzada la Navidad se adivina en el horizonte cercano la noche de Fin de Año, con sus cenas, fiestas y sus programas de televisión pregrabados rebosantes de aburrimiento.

El otro día vi un número de ventriloquia que desafía el "todo está inventado" popular y que merece ser incorporado a la lata de fin de año, justo antes o después del hombre de las pompas de jabón (que no son de jabón).

El tipo del muñeco no mueve la boca en absoluto, porque en este caso la voz se modula y vocaliza a través de los orificios nasales, que gesticulan como dos bocas diminutas que se mueven de forma independiente la una de la otra. Lo curioso es que antes de comenzar esperaba una voz fina e infantil, sin embargo el número acabó de cautivarme cuando pude oir una voz ronca, muy profunda y exhibiendo un discurso muy fluido. La voz de Satán.

Programadores de televisión aquí tenéis algo muy gordo para vuestro corta y pega de fin de año. No lo dejéis escapar.


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