sábado, 7 de julio de 2012

Duendes malignos en el fast food




¿Cómo os voy a sorprender con este título? si ya habéis visto de todo. Pero es purita verdad, tan purita como el 100% algodón. En algunos sitios de cómida rápida habitan duendes que te sirven con todo su odio, ellos te sonríen, la comanda es correcta, es lo que has pedido, pero está servida con odio profundo y negro (comanda es una palabra que me gusta, cuando usas una palabra así, que te gusta mucho, debería sonar una campanita o algo).

No todo es esencia de mal, el odio como si fuese un producto separado de quien lo transpira, te lo sirven generosamente, te doy todo mi odio, todo el que puedo, todo el que genero, sin reservas, con algo de bien, entonces. Hay algo generoso ahí, te sirvo bien, te cuido para que te lleves todo mi odio. Esto es lo que provoca que el odio no te afecte tanto, si fuese solo odio la habrías cagado seguro, pero al mezclarse con esa generosidad al servirlo, el efecto se amortigua un poco y con un Almax se pasa.

Qué paradójicos han sido siempre estos duendes...