Estaba en la consulta del médico y cuando el pasante anunciaba el próximo paciente había un tipo que soltaba una rima tan tonta y fácil que quedaba en la frontera entre genial performance y este chaval está muy mal. Miguel Ceballos, "coge tu caballos" gritaba el poeta. Carolina Espasa, "ah, qué pasa!". Algunos sonreían al chaval, porque hay gente que sonríe hasta meando, y el rapsoda, que se sentía querido, nos regalaba sus rimas.
No sé muy bien cómo ocurrió, debió tropezar con algo al levantarse, de pronto vi al poeta en el suelo, la gente empezó a patearle muy fuerte y todos nos sumamos con mucho rencor y fuego. El tipo consiguió zafarse y desapareció rápidamente. Todos nos quedamos en silencio y seguimos hojeando el Hola como si nada.
Al entrar en la consulta el doctor me preguntó por el raperito, su hijo menor algo perdido. Yo no supe qué decirle. "Bájese el pantalón y túmbese sobre la camilla", me dijo mientras ajustaba su guante de latex. Mal karma, pensé yo.
No sé muy bien cómo ocurrió, debió tropezar con algo al levantarse, de pronto vi al poeta en el suelo, la gente empezó a patearle muy fuerte y todos nos sumamos con mucho rencor y fuego. El tipo consiguió zafarse y desapareció rápidamente. Todos nos quedamos en silencio y seguimos hojeando el Hola como si nada.
Al entrar en la consulta el doctor me preguntó por el raperito, su hijo menor algo perdido. Yo no supe qué decirle. "Bájese el pantalón y túmbese sobre la camilla", me dijo mientras ajustaba su guante de latex. Mal karma, pensé yo.
Quillou, otra vez me pasa que escribo y no se me publica. Lo dicho: éste es de los mejores baloplas, aunque el de la peluca también está en la cima creativa. Está usté en un momento de gracia y yo que lo celebro efusivamente.
ResponderEliminarUn abrazo.
El último mohicano.
A lo mejor es que se te olvida escribir la palabreja rara que pide blogger - floporida, pertosia, majhodna, estas cositas para entretenernos los tiempos.
ResponderEliminargracias por el piropodo.