Barritas de power

Su enfermedad era muy grave y extraña, de estas en las que no invierten los laboratorios. Le recomendaron que visitara a uno de los dos mejores especialistas en la materia, un médico muy reputado.

Aquel doctor le inspiraba respecto y sobre todo mucha confianza, seguridad, fe. Le habló un buen rato sobre sus síntomas, sus causas, el tratamiento a seguir, y compendió que se salvaría, visualizó su curación.

El doctor quiso contrastar algunos datos y colocó el informe del paciente sobre su escritorio. Leía siguiendo la línea con el dedo y silabeando. El "en-fer-mo ca-re-ce de" ¿Pero esto qué es?! ¿esto qué es?!! ¿Acaso sabe tanto de su especialidad que se le ha borrado del cerebro lo más básico? Pero cómo me va a curar si no sabe leer.

Así es la vida amigos, una montaña rusa, te ves arriba y toma bajón! Ahora tendrás que usar la fe que absorbiste del doctor. Como barritas de power, el doctor la recarga y, acto seguido, te la vacía hasta que apenas queda un pequeño segmento de fe al que te agarras en la locura, en la noche, para dormir, hasta que amanece.