miércoles, 4 de mayo de 2011

Mono Muy Delicado


La primera vez que le ví entrar en el bar era un mono tímido y ensimismado que no hablaba ni miraba a nadie y sólo pedía algo de fruta para llevar. Era simpático y muy poco más.

En un par de semanas lo ví acodado y, en otra más, formando corrillo con los viejos parroquianos que acostumbran a arreglar el mundo desde lejos.

Hoy es un gran tertuliano de sobremesa, un líder de opinión muy querido y respetado que marca doctrina en todos los debates. 

Cuida su vestuario, su pelo es casi humano. Qué sofisticado y sublime! Es un mono perfecto y muy delicado.

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