domingo, 8 de mayo de 2011

Billete Grande

Hay objetos que hacen evolucionar el pensamiento lógico. Uno de esos objetos es el billete grande.

Eres un tipo muy ordenado y en casa guardas el dinero en una de esas cajitas que te proporciona una falsa seguridad. Sí, de esas metálicas con cerradura, capaz de forzarla cualquiera con una horquilla.

Un día te pagan un curro con un billete grande, de más de 200, de los que no sueles usar, con un color extraño para ti que no pasas normalmente del papel de 50. Te pagan y te lo guardas en la cartera. Algo ha cambiado en ese momento porque cada vez que abres la cartera el billete está ahí, es tuyo y es dinero válido, pero no sabes dónde usarlo para cambiarlo. No quieres pagar con él porque es como saquear al establecimiento. Te pago pero me llevo todo el cambio. Te pago pero me lo llevo todo, es un poco pagar y atracar al mismo tiempo, rompes esa dualidad. Es difícil de describir pero al ingresar el dinero en la caja registradora, esta sonaría con un pliiiín feliz y agudo, pero al sacar todo el cambio oímos brooock superabrupto y vemos la cara de reproche de quien te atiende. En fin, un pagar y atracar en toda regla.

Rehuyes la situación, guardas el billete en tu cajita de dinero y aquí es donde se produce el salto evolutivo en tu lógica. Porque día tras día ves el billete en el interior de tu caja, evitas el conflicto cogiendo otro de menor valor, de 50, de 20, pero el billete grande lo dejas ahí creyendo que se va a cambiar solo en la cajita, que un día llegarás y sólo habrá billetes fáciles de usar. Esperas la locura, la magia, la transmutación espontánea. Sabes cual será el resultado de tu espera, pero aún así miras tu cajita de dinero y te sientes decepcionado porque allí sigue el billete grande, no ha desaparecido, no se ha cambiado ¿qué creías que iba a pasar? ¿cuántos años tienes? Tu lógica ha cambiado para siempre.

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